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jueves, 8 de agosto de 2013

Keeping up with the Grimaldis

La feliz pareja

No les voy a mentir: la Familia Real Británica es by far mi consentida de entre todas las dinastías reinantes. Si por mi fuera, el royal watching se reduciría a reportar únicamente los sucesos alrededor de los Windsor, pero eso no es objetivo ni profesional. Y no es porque yo sea ni de lejos periodista o reportera, pero a lo largo de mi carrera como diseñadora editorial, he tenido el gusto de trabajar con periodistas y reporteros talentosísimos que me han compartido lo que implica hacer buen periodismo, y pues algo aprendí.

Así que en honor a ellos guardaré por un momento mi anglofilia para hablar de las últimas noticias que involucran a la Familia Real de Mónaco.

Esta semana, después de poco más de un año de compromiso, la princesa Caroline anunció que su retoño, Andrea Casiraghi, finalmente se casa con Tatiana Santo Domingo el 31 de agosto. 

Yei.

Esa sería una noticia muy emocionante como royal watcher de no ser porque la familia Grimaldi me resulta particularmente antipática. Básicamente, todo se reduce al estilo de vida tan anti-royal que llevan. Se comportan más como jet-setters que como una dinastía reinante, y cuando asisten a compromisos oficiales siempre me da la impresión de que están ahi de mala gana, como haciendo el favor de aparecer. No tienen ni un poquito del espíritu de servicio a su pueblo que se percibe en los integrantes de otras casas reales, y son el ejemplo tangible de lo que muchos consideran la generalidad en la monarquía: gente que vive de vacaciones a expensas de los impuestos de su país.

Encima de todo, ni siquiera “jet-settean” con clase. Porque me van a perdonar, pero una bolsa Givenchy y una mascada Hermès en un yate privado en la Costa Azul son sinónimo de opulencia, más no necesariamente de elegancia. La elegancia se nota en el comportamiento de la gente, no en la marca de su outfit.

Y eso, la elegancia de los Grimaldi, se murió con la princesa Grace (cof, cof, Kelly). 

Otra cosa que me hace mucho ruido es su tendencia -y sin empacho alguno- al escándalo. Si, los Windsor tuvieron que lidiar con el Camillagate y el larguísimo capítulo de “Mujer, casos de la vida real” protagonizado por Lady Di, pero en términos generales tratan de mantenerse lejos de comportamientos escandalosos. No siempre lo logran (ahi tenemos al príncipe Harry y a la infame Duquesa de York) pero tienen un sentido del decoro mucho más alto que el de los Grimaldi.

En el principado, lo normal es que los miembros de la familia real se llenen de hijos "ilegítimos"*, se casen, se divorcien (y no una ni dos veces...) se involucren con actores/guardaespaldas/millonarios/cirqueros y prueben suerte en el mundo del pop.

Soooooo unroyal.

Así que ahora, después de haber tenido un hijo en marzo, Andrea y Tatiana formalizarán su unión y de esta forma el bebé, Sacha, se integra a la lista de herederos al trono monegasco. Porque claro, ellos tan tradicionales, tienen que apegarse a las leyes de sucesión de Mónaco que estipulan que para que alguien pueda aspirar al trono del principado tiene que ser: a) varón preferentemente primogénito de la línea masculina de la dinastía Grimaldi, y b) hijo legítimo de un matrimonio autorizado por el príncipe reinante.

Ninguno de los hijos extraoficiales del príncipe Albert (Jazmin Grace y Alexandre) tienen derecho a la sucesión porque sus papás nunca estuvieron casados. Si el príncipe Albert muere sin dejar un heredero directo -y legítimo-, el trono de Mónaco pasa a la princesa Caroline, de ella a Andrea y de Andrea a Sacha. Si por alguna razón los descendientes de Andrea no pueden reinar, el siguiente en la línea es Pierre, aunque sea menor que su hermana Charlotte. O sea: tenemos una ley de sucesión ultra tradicional (y si me presionan, anticuada) para una familia que tiene todo menos valores tradicionales.

Ahora habrá que ver si el príncipe Albert y la apagada princesa Charlene en algún momento tienen un hijo, cosa que yo sinceramente dudo mucho.

Así que si las cosas siguen como pintan, eventualmente el trono de Mónaco será ocupado por Andrea, (que a petición de su mamá no tiene ningún título oficial, a pesar de ser el 2do en la línea) y la princesa consorte será la ultra fodonga señorita Santo Domingo. 

La princesa Grace debe estarse revolcando en la tumba.

*Nota al margen: aunque "ilegítimo" es el término correcto, a mi la verdad se me hace muy despectivo y por demás anticuado. Yo prefiero usar "extraoficial", así que si me permiten la licencia, de ahora en adelante utilizaré este sinónimo.


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